Monthly Archives: November 2016

Tormentas de verano.

Te envuelve, se apodera de ti. Todo lo que hay alrededor se detiene. El sol se apaga, la luz se va, todo se cierne oscuro. Te bloqueas, y un sudor árido recorre tu cuerpo. Te entran escalofríos. Cierras la boca, aprietas los dientes, la mandíbula se bloquea, el ceño se frunce. Sientes un estallido eléctrico en todos y cada uno de tus músculos. Descubres algunos que no sabías que existían. Un resorte se activa y de repente estás de píe. Gritas con fuerza, las palabras sinsentido se apresuran por salir. Tus tripas, tu cuerpo y tu corazón te golpea por dentro. La respiración se entrecorta. Sientes claustrofobia en tu caja torácica. Necesitas romper la coraza de ti mismo, verte en tercera persona, transcender el traje que habitas.

Las avalanchas emocionales arrasan con todo. Erosionan tu alma. Acumulas durante meses, la nube se carga, se producen nudos en tu estómago. Y en un pestañeo, todo sale a borbotones. Todo lo que rumiáste se convierte en vómito de rabia.

Las riadas destruyen la cosecha.

Necesito volver a sembrar.

Avísame, por favor, cuando pase la tormenta

 

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18 Noviembre. Atenas


andonadando.

No sé como he podido llegar  hasta aquí. Todo ha cambiado, yo he cambiado, aunque reconozco este lugar. Estaba haciendo equilibrio sobre el alambre de espino de la razón y el corazón y, de pronto, me rompí en mil pedazos.  Y caí. A lo más oscuro de mi ser. Otra vez.

Me lo he intentado justificar de mil maneras. No iba a volver a ocurrir.  Pero tropecé en el descuido, me volví ciego, sordo, mudo. Di el pan a las palomas en vez de comérmelo. Ahora tengo hambre de vida.  De nada vale lamentarse, eso ya pasó. Toca volver a salir a flote.

Estoy sumergido en el mar de incertidumbre, espeso como el aceite, en el que cada movimiento me permite avanzar, pero resulta extenuante.  Si paro, me hundo más. Los músculos se engarrotan, el corazón se agrieta y las heridas no paran de sangrar.  Nunca me gustó nadar, mi cuerpo se entumecía y los labios tornaban azabache. Prefería estar en la orilla. Ahora no puedo evitarlo, el miedo se ha empoderado de mi alma, la confusión puebla mi cabeza. Las cadenas que me atan están frías y oxidadas. Me he vuelto a revelar, mis fantasmas se han amotinado y necesitan salir de los muros que los rodean. Siento la angustia, la asfixia, la ansiedad.

El aire se me está acabando.

Necesito salir de aquí.

Seguir nadando.

Nadando.
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17 de Noviembre. Atenas


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El 17 de noviembre de 1973, más de 90 personas fueron asesinadas y miles resultaron heridas a manos de los militares de la fascista “dictadura de los coroneles”. La Universidad Politécnica de Atenas, fue liberada por los estudiantes en denuncia por la crueldad y las faltas de libertades que el estado estaba imponiendo, siendo un episodio más dentro de la guerra fría, donde el continente americano y sus aliados sirvieron al régimen dictatorial de Georgios Papadopoulos.

Resulta insultante que esta semana, el premio nobel de la paz del 2009, Barack Obama, visite Atenas. Una demostración más de poder, de quien lleva los pantalones del mundo. Quizás quiera saludar a todas esas personas a las que, en nombre de la democracia, intervino en sus vidas. A todas aquellas que gracias al militarismo, fueron encarcelados, asesinados y perseguidos a manos de un pusilánime dictador. Memorias histéricas de presentes históricos, en los que solo hay fosas comunes. Quizás quiera ser vitoreado por todas estas personas que se afinan en las calles y en mugrientos campos de concentración gracias al imperialismo y a las misiones de paz. O despedirse de todas esas que empacan sus enseres para volver a su tierra natal y recibir allí a la muerte en vez de seguir en la sala de espera de la desesperanza. No debió aprender en su escuela de Hawai que las acciones tienen consecuencias.

Querían hacer “lo que la primavera hace con los cerezos” con la democratización y occidentalización de éstos “bárbaros”, pero siempre será invierno. La configuración del mundo tal y como hoy lo conocemos, con la regla y el cartabón de Sykes- Picot, Sèvres y Balfour (entre otros) los muros imaginarios de la identidad y de manada, la destrucción del Sham y las promesas de la paz que nunca llegaron: quizás, y solo quizás, sean razones suficientes para que las nevadas sean perpetuas. Como las millones de muertes que realizan para que tan solo uno sobreviva. Ese ente que todo lo engloba,que no lo ves pero lo sientes, como el dedo de un doctor haciéndote un tacto rectal.

Decía Patrick Cockburn, que en la intervención de los EEUU en Iraq había sido más devastador destrozar la estructura política que los miles de muertos por los bombardeos. Ademas que, para más inri, se desató una nueva guerra civil entre suniís y chiís. No les sirve con masacrar, quieren destruirlo todo y sembrar sal como en las ruinas de Babilonia.

Y mientras tanto, nos dan nombres para que temamos al horror y enfoquemos nuestro odio contra los enemigos de la integridad y la identidad europea ISIS, DAESH, Estado Islámico, Al Nusra, Boko Haram… Pero no vemos, ni siquiera miramos, hacia la mano que los crea y les da de comer

Estados Unidos de América, Rusía, Europa, España… Si, España,nuestra querida patria se ha convertido en la séptima potencia en venta de armamento bélico. Curiosamente, la relación más estrecha de nuestro reino en el mercado de la sangre es con Arabia Saudí, país que abiertamente se encarga en financiar y entregar armas al Estado Islámico.

Y Lloramos. Nos lamentamos sobre el horror que se vive más allá de nuestros televisores pero no vemos que nosotros mismos los avivamos con cada una de nuestras acciones, regalando nuestra voluntad de poder a esos simios trajeados y sus fieles corporaciones escuderas. Orgullosos de la marca España, nos resignamos y maldecimos a esos locos radicales.

Algunos temen a Trump porque puede llegar una tercera guerra mundial, pero no se dan cuenta de que ya la estamos sufriendo. Afganistán. Somalía. Yemen. Pakistán. Iraq. Palestina. Kurdistán. Ucrania. Jordania. Egipto. Túnez. Libia. Siria. Sudan del Sur. Nigeria. Mali. Ruanda. República Democrática del Congo. Ejemplos suficientes que demuestran que la rueda del molino tiene que seguir girando

El problema no reside en los estandartes del sistema si no en la estructura del mismo, que se hace el harakiri para seguir vivo.
Ni coletas, farlopos, gilaris, lepens, rajois, chipras o tramps van a reflotar la humanidad. Nadie nos va a salvar de la destrucción total más que nosotros mismos en la creación “mundo” nuevo.

Ya lo dijo Bertold Bretch, no consiste en tener otrxs pastores, sino en dejar de ser rebaño.

 

15 de noviembre. Atenas