Tormentas de verano.

Te envuelve, se apodera de ti. Todo lo que hay alrededor se detiene. El sol se apaga, la luz se va, todo se cierne oscuro. Te bloqueas, y un sudor árido recorre tu cuerpo. Te entran escalofríos. Cierras la boca, aprietas los dientes, la mandíbula se bloquea, el ceño se frunce. Sientes un estallido eléctrico en todos y cada uno de tus músculos. Descubres algunos que no sabías que existían. Un resorte se activa y de repente estás de píe. Gritas con fuerza, las palabras sinsentido se apresuran por salir. Tus tripas, tu cuerpo y tu corazón te golpea por dentro. La respiración se entrecorta. Sientes claustrofobia en tu caja torácica. Necesitas romper la coraza de ti mismo, verte en tercera persona, transcender el traje que habitas.

Las avalanchas emocionales arrasan con todo. Erosionan tu alma. Acumulas durante meses, la nube se carga, se producen nudos en tu estómago. Y en un pestañeo, todo sale a borbotones. Todo lo que rumiáste se convierte en vómito de rabia.

Las riadas destruyen la cosecha.

Necesito volver a sembrar.

Avísame, por favor, cuando pase la tormenta

 

304202_519125308120679_1815190211_n

18 Noviembre. Atenas


Comments are disabled.