Ellenikos.

Los aeropuertos, símbolo de la fugacidad del tiempo, del tránsito de las personas, la ciudad cosmopolita que nunca duerme.
¡Qué paradójico!
Hoy, en la terminal de salidas internacionales del aeropuerto de Ellenikos, se amontonan miles de humanos.
La megafonía pide que, por tu propio interés, mantengas tus pertenencias controladas en todo momento. Ellos se encargarán de robarte.
Los vuelos hacia la Europa de la vergüenza han aterrizado, pero se ruega a los pasajeros que se queden en la sala de espera de la desesperanza. El tiempo se ha detenido para las peticiones de asilo y las reunificaciones familiares.

No puedes salir de la terminal sin tus papeles.
Papeles para rellenar papeles.
Papeles para no perder los papeles.
Tampoco puedes entrar en la terminal sin ellos.
Antes de poder pestañear, una mujer nos invita a irnos por no tener permisos del ministerio.
Hemos tirado a todas estas personas al suelo, las hemos pisado y pateado.
Al menos dejadnos tender la mano para ayudarles a levantar.
La ayuda institucionalizada es el burka de la tragedia.

A pocos metros de la pista, se erige un complejo deportivo. Diseñado para las olimpiadas de Atenas del 2004, nunca llego a estrenarse por completo
Proyectos faraónicos, demostraciones de poder. Envases de usar, a veces, y tirar.
Levantan edificios mientras destruyen hogares y familias.

Uno de los estadios de baloncesto es el mayor almacén y distribuidor de ayuda humanitaria de la capital helena.
En los vomitorios se dibujan los estrechos pasillos que son flanqueados por muros de cajas de cartón que acumulan toneladas y toneladas de ayuda humanitaria. Alzas la vista y nunca ves el principio, ni tampoco el final.
La cara más empática de la humanidad, que ama a la manada y por tanto la cuida, que crea solidaridad que no entiende de fronteras ni de nacionalidades y que sigue a un paso fijo sin detenerse para tomar aliento. Pero cuando respiras, todo se empaña.

Es el reflejo de la opulencia y la Europa del derroche.
Necesidades para cubrir necesidades.
Somos insaciables e instantáneos, el presente convertido en pasado.
Destruir para construir, para cerrar y alimentar el círculo

Esclavitud para producir.
Sangre por petróleo.
Mares que engullen personas.
Y el horror de sus consecuencias.

La pistola dispara y mata, pero ¿quién y por qué se aprieta el gatillo?

12 de Octubre. Ellenikos

 


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